COCHES ELÉCTRICOS Y PRL

COCHES ELÉCTRICOS Y PRL

Lo más importante de un coche es garantizar la seguridad de conductor y pasajeros. Además de una cuestión ética, se trata también, de una cuestión de dinero. El promedio de pérdida financiera de un accidente automovilístico es casi dos veces más alta que el de un accidente laboral normal, y aproximadamente en el 40 % de las muertes anuales en el lugar de trabajo hay vehículos involucrados.

Los vehículos eléctricos llevan ya en las carreteras unos siete años. Está claro que cada vez tendrán un volumen mucho más importante de ventas en los próximos años. Así que muchos se preguntan ¿son seguros los vehículos eléctricos?.

La seguridad de serie

Casi todos los modelos de vehículos eléctricos vendidos cumplen o superan las clasificaciones de seguridad de los principales vehículos a gasolina de su clase. Parte de esto tiene que ver con la tendencia de los fabricantes a meter más complementos de serie como una forma de hacer que sus precios de venta altos sean más apetecibles para los consumidores. Por ejemplo, hay coches con un sistema avanzado de air bag, estabilidad electrónica y control de tracción, mientras que otros sedanes que no son de lujo generalmente no lo llevan.

Seguridad pasiva superior

Durante un choque, no debería haber diferencias reseñables entre un coche de combustión y uno eléctrico, pues sus estructuras de deformación programable, sus airbags o sus sistemas de retención son los mismos. Sin embargo, sí que hay unas cuantas diferencias.

Al ser los motores eléctricos muy pequeños y soler ir situados muy abajo, son un elemento menos proclive a penetrar en el habitáculo en caso de choque, además, dejan más espacio para diseñar zonas de deformación programada que absorban de forma más eficaz la energía liberada durante un impacto.

Algunas personas se preocupan de que en caso de tener un accidente con un coche eléctrico este se incendie o electrocute a alguien. Respecto al fuego, se ha demostrado que los coches eléctricos son menos proclives a incendiarse que los coches de gasolina, la cual recordemos que es altamente inflamable.

Cuanto más pesado, mejor

Gracias a los enormes paquetes de baterías necesarios para hacerlos funcionar, los coches eléctricos son significativamente más pesados que los de gasolina. Esto en sí mismo es una gran ventaja de seguridad, ya que los coches más pesados tienden a “empujar” a los más ligeros en caso de una colisión, lo que hace que la distribución de la fuerza sea más favorable para los pasajeros del vehículo más grande. Sin embargo, desde el punto de vista de la prevención de accidentes, el beneficio real de un coche eléctrico es que la mayor parte de su peso se mantiene cerca del suelo y se distribuye de manera más uniforme. Esto ayuda a prevenir los vuelcos (más comunes últimamente en los SUV), que es una variedad de accidente impredecible y, a veces, mortal.

Por otro lado, las baterías situadas en los bajos le dan mucha más rigidez al habitáculo, algo que se puede ver en los choques laterales: en caso de choque lateral, la resistencia del coche eléctrico es superior, el chasis aguanta más sin doblarse y posibles elementos contra los que choquemos (como un poste o una farola) tienen más dificultades para penetrar en el habitáculo.

El buen mantenimiento contribuye a la seguridad

El beneficio de un buen mantenimiento de un coche eléctrico, desde el punto de vista de la seguridad, proviene del reducido desgaste de los frenos. Gracias a los sistemas de frenado regenerativo, que capturan y restauran la energía que de otro modo se perdería por la fricción, ejerce una presión mucho menor sobre sus pastillas de freno. Esto ahorra algo de dinero en costos de mantenimiento, pero además, y sobretodo más importante, puede salvar vidas.

El consumo prudente para alargar la autonomía

A todo esto hay que añadir que para mantener un consumo “adecuado” de la batería y poder prolongar los kilómetros de autonomía del mismo, los conductores tienden a reducir la velocidad, lo que conlleva una drástica disminución de la principal causa de accidentes de coches; el exceso de la velocidad.

TEKNODIDAKTIKA apuesta por este cambio y para ello colabora con una empresa que se dedica a realizar planes sostenibles para las empresas, procesos y acciones orientados para conseguir como objetivo final un uso racional de los medios de transporte