Enfermedades profesionales

El próximo 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Una conmemoración  anual organizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y con derecho y principio reconocido oficialmente en junio de 2022. Esta fecha específica fue seleccionada para alinear la conmemoración con el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos, una iniciativa del movimiento sindical que se remonta a 1996. Este día se estableció con el doble propósito de rendir tributo a las víctimas de los accidentes de trabajo y las Enfermedades Profesionales (EP) y de promover una cultura de Prevención de Riesgos Laborales (PRL).

En este artículo vamos a reflexionar sobre las Enfermedades Profesionales (EP). Una temática de interés dentro del diálogo social, que forma parte de las políticas de protección de la salud de las personas en el trabajo, integrándose en sucesivas estrategias de seguridad y salud, tanto en el marco nacional como europeo e internacional. Un ejemplo de esta declaración es el “Marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo 2021-2027”, donde se evidencian las recomendaciones relevantes en cuanto a la identificación y la intervención sobre las causas de la enfermedad profesional.

La definición legal de Enfermedad Profesional en España se establece en el artículo 157 de la Ley General de la Seguridad Social y en el Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social: “se entenderá por enfermedad profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena y/o propia en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y desarrollo de esta Ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional”.

Tampoco podemos dejar de lado la labor de los y las formadoras del servicio de prevención en relación a las enfermedades profesionales. Mantenemos una continua coordinación de información hacia las empresas para poder instruir a los y las trabajadoras lo más eficazmente posible ante los diversos riesgos que pueden derivar en una Enfermedad Profesional (EP) sea causada por un agente físico, químico, biológico, ergonómico o psicosocial.

Así mismo, mediante el Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y registro.

Las enfermedades Profesionales las podemos dividir en cinco agentes: 

Enfermedades causadas por Agentes Químicos. Todo elemento o compuesto químico en forma de polvo, sólido, líquido, humo o niebla. Estos químicos nos pueden causar desde una dermatitis a una intoxicación por metales pesados, a enfermedades neurológicas o cánceres. Entre los agentes cancerígenos más conocidos tenemos el Asbesto, el Formaldehído o el Plomo. 

Enfermedades causadas por Agentes Físicos. Se incluyen el ruido, las vibraciones, el ambiente térmico, las radiaciones ionizantes y las radiaciones no ionizantes, entre las que se encuentran los campos electromagnéticos y las radiaciones ópticas. Las enfermedades más conocidas son la hipoacusia o acúfenos por la exposición al ruido. Así como el Túnel Carpiano o el síndrome de Raynaud a causa de las vibraciones. Sin embargo, no debemos olvidar que las radiaciones no dejan de ser menos importantes ya que las propias radiaciones ionizantes pueden contribuir al desarrollo de enfermedades relacionadas con la tiroides o los cánceres mamarios.

Las Enfermedades causadas por Agentes Biológicos comprenden los microorganismos (virus, bacterias y hongos), los endoparásitos humanos (protozoos y helmintos), los priones y los cultivos celulares. Entre las enfermedades infecciosas encontramos la tuberculosis, hepatitis B y C, VIH/SIDA, etc. En las alérgicas el asma o la rinitis ocupacional o la dermatitis alérgica por contacto. Y en el contagio por toxinas nombraremos la neumonitis.

Enfermedades causadas por Agentes psicosociales. Son “aquellas condiciones presentes en una situación laboral directamente relacionadas con la organización del trabajo, el contenido del trabajo y la realización de la tarea, y que se presentan con capacidad para afectar el desarrollo del trabajo y la salud del trabajador” derivando en enfermedades como puede ser el estrés, la fatiga mental, la insatisfacción o desmotivación laboral.

Enfermedades causadas por Agentes Ergonómicos. Son situaciones laborales que causan desgaste en el cuerpo y pueden causar lesiones. Estos incluyen los riesgos por posturas forzadas, manipulación manual de cargas y movimientos repetitivos. Así mismo son diversas las lesiones músculo esqueléticas que se pueden derivar a causa de estos agentes (Tendinitis, epicondilitis, Bursitis, etc.)

Enfermedades profesionales en Euskadi

Según el último informe publicado por Osalan, en el año 2023 se comunicaron en Euskadi 2.942 Enfermedades Profesionales (EP), 1.717 en hombres y 1.225 en mujeres. El mayor número de casos se observó en empresas del sector industrial, con el 46% de todos los partes, seguido muy de cerca por el sector servicios con el 45%.

Enfermedades Profesionales

Respecto al año anterior, en el año 2023 hubo un incremento general del número de notificaciones de Enfermedades Profesionales (EP) en todos los sectores, tanto en mujeres como en hombres. En cuanto a las tasas de incidencia, aumentaron en todos los sectores en mayor o menor medida.

En 2023 las Enfermedades Profesionales (EP) fueron más frecuentes en hombres que en mujeres (y por orden de frecuencia absoluta) los trastornos osteomusculares, las hipoacusias, las enfermedades del aparato respiratorio, las enfermedades por agentes químicos y los cánceres. En mujeres, por el contrario, las neuropatías periféricas por presión, como el síndrome del túnel carpiano, los trastornos de cuerdas vocales, las patologías causadas por agentes biológicos y, a diferencia del año anterior, las patologías de piel (que aumentaron de 30 a 80) fueron mayores que en hombres.

En los tipos de enfermedad con breve período de latencia, la mayor proporción de afectados, tanto en hombres como en mujeres, estuvo en edades comprendidas entre 30 y 49 años (lesiones dermatológicas, nódulos de cuerdas vocales, enfermedades de vainas tendinosas, neuropatías por presión y enfermedades causadas por agentes biológicos).

Como Servicio de Prevención Ajeno, en Teknodidaktika llevamos una adecuada gestión preventiva de las empresas. Identificamos correctamente los riesgos y las condiciones de trabajo desfavorables.

Por el contrario, en las patologías que requieren mayor tiempo entre la exposición y el efecto, como las hipoacusias o las neumoconiosis, la mayor proporción de afectados superaron los 50 años. En cuanto a los cánceres profesionales reconocidos en el 2023, cuatro estuvieron en el grupo de edad intermedio (dos por amianto y dos por polvo de madera) y el resto en el grupo de más de 50 años.

Las mujeres tuvieron tasas de incidencia más elevadas que los hombres en enfermedades infecciosas, trastornos de vías respiratorias superiores (nódulos de cuerdas vocales), neuropatías periféricas por presión (síndrome del túnel carpiano) y asma.

Enfermedades Profesionales (EP) en 2023

  • Enfermedades tendones, inserciones musculares y tejido conectivo: 972
  • Enfermedades sistema nervioso (neuropatías periféricas por presión): 439
  • Infecciosas: 188
  • Enfermedades oído (hipoacusia por ruido): 183
  • Enfermedades respiratorias tracto superior: 118
  • Enfermedades piel: 116
  • Neumoconiosis: 49
  • Tumores: 46
  • Otras enfermedades respiratorias: 19
  • Asma y otras enfermedades por inhalación sust. A y BPM: 10
  • Enfermedades ojo: 7
  • Enfermedades sangre y sistema endocrino: 0

El papel de los Servicios de Prevención Ajeno en las EP

En Teknodidaktika sabemos que los diferentes trabajos que realizan las personas traen consigo factores de riesgo ligados al ejercicio de su actividad, los cuales pueden causar afectaciones a su salud y derivar en lo que se conoce como enfermedades laborales.

Enfermedades profesionales y Servicios de prevención ajeno

Como Servicio de Prevención Ajeno llevamos una adecuada gestión preventiva de las empresas. Identificamos correctamente los riesgos y las condiciones de trabajo desfavorables. Gracias a los reconocimientos médicos, realizados de forma periódica, mediante esta disciplina de la vigilancia de la salud, nos permite detectar precozmente como influye sobre la salud del trabajador las condiciones de su trabajo. Nos ayuda a identificar también a los trabajadores que son especialmente sensibles a ciertos riesgos y en colaboración estrecha con el técnico de prevención trabajar en la adaptación del puesto al trabajador que lo necesite.

El procedimiento de detección de una Enfermedad Profesional (EP) y sus medidas preventivas se inicia con el reconocimiento médico. Si el médico detecta alguna anomalía, inicialmente se le comunica al trabajador. Posteriormente, el técnico de prevención puede recibir por parte del médico tres comunicaciones sobre la situación médica de la persona trabajadora:

  • No Apto para el puesto.
  • Apto.
  • Apto con restricciones.

En el caso de clasificar al trabajador como “Apto con restricciones”, el técnico de prevención conjuntamente con la empresa realizará la adecuación del puesto de trabajo del profesional.

Por último, si el médico detecta alguna lesión músculo esquelética, puede realizar expedir un “Apto con restricción” de no manipular manualmente un número determinado de peso. En caso de “No Apto para el puesto”, se recomendará un cambio de lugar y responsabilidades.

Por otra parte, debemos tener en consideración que cuando un trabajador llega a la mutua para posible estudio de una Enfermedad Profesional, sea por iniciativa propia o de la empresa, se inicia un período de observación que puede tener una duración de seis meses, prorrogables a otros seis, previo dictamen del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), para poder determinar si la clínica que presenta es susceptible de declaración de enfermedad profesional.

Los profesionales pueden, del mismo modo, ser derivados por el Servicio Público de Salud (SPS), del Servicio de Prevención (SP), la inspección del SPS o el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).

Labor del formador

Tampoco podemos dejar de lado la labor de los y las formadoras del servicio de prevención. Mantenemos una continua coordinación de información hacia las empresas para poder instruir a los y las trabajadoras lo más eficazmente posible ante los diversos riesgos que pueden derivar en una Enfermedad Profesional (EP) sea causada por un agente físico, químico, biológico, ergonómico o psicosocial.


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