Mindfulness y riesgos laborales no parecen dos términos que tengan gran relación entre si.

El concepto de riesgos laborales que todo el mundo tiene en mente es el de posibles accidentes derivados de la realización de una tarea concreta.

Pero un profesional de la prevención en riesgos laborales sabe que este concepto se queda muy corto, y que hay problemas como el estrés o la ansiedad, de origen mental, que también tienen un impacto negativo en el trabajador.

El estrés y la ansiedad son de por sí factores limitantes, y por tanto deben ser tratados en cualquier política de prevención de riesgos laborales.

Pero además, un trabajador estresado o con altos niveles de ansiedad multiplica sus opciones de sufrir un accidente laboral de tipo físico, ya que no está suficientemente concentrado en la tarea que desarrolla y eso aumenta el peligro.

De ahí que el Mindfulness, como una técnica que permite focalizar la mente en el momento presente y alejar preocupaciones o miedos futuros o pasados, es de gran ayuda para mejorar la atención del trabajador.

Esto se traduce en una mayor concentración en su tarea, lo que a todas luces resulta positivo, tanto desde la perspectiva de la productividad de la empresa, como desde la propia seguridad del trabajador, que al eliminar distracciones, reduce sus posibilidades de sufrir un accidente laboral.

Por lo tanto, entre todas las disciplinas a las que hay que prestar atención dentro de la formación en riesgos laborales también merece la pena incluir el mindfulness como técnica.

Mindfulness y riesgos laborales no son, como se ha podido comprobar, términos inconexos, sino que  tienen una clara aplicación de cara a limitar la posibilidad de daños para la salud mental y física del trabajador.
 


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