Reflexión en torno al cambio climático y sus consecuencias en el ámbito laboral en el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) empezó a celebrar el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo en 2003. En esta cita anual, que tiene lugar cada 28 de abril, se pretende promover la prevención de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales en todo el mundo. Además de impulsar la sensibilización en el ámbito laboral, se promueve una cultura de la seguridad y la salud que pueda ayudar a reducir el número de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo.

Este año, el tema del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo se centrará en explorar las repercusiones del “cambio climático en la seguridad y la salud en el trabajo” ya que los patrones climáticos cambiantes tienen notables repercusiones en el mundo del trabajo. Algunos ejemplos de riesgos laborales relacionados con el cambio climático son:

  1. Estrés térmico (problemas respiratorios, golpes de calor, hipotermias, etc.).
  2. La radiación UV (quemaduras, deshidratación, cáncer de piel, etc.),
  3. La contaminación atmosférica (infecciones respiratorias, enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares, etc.).
  4. Los accidentes industriales graves (fugas de gases tóxicos, calentamiento de productos inflamables y explosivos, etc.).
  5. Los fenómenos meteorológicos extremos (caídas producidas por el viento, sepultamientos por movimientos de tierra, ahogamientos por crecidas de caudales, etc.).
  6. El aumento de las enfermedades transmitidas por vectores (fiebre amarilla, encefalitis, dengue, etc.).
  7. Mayor exposición a los productos agroquímicos (asma, cáncer, neuropsicológicos, etc).

Personas más vulnerables

Las personas trabajadoras con mayor exposición a este cambio son profesionales que trabajan al aire libre en sectores físicamente exigentes, como la agricultura, la construcción y el transporte. También aquéllos que realizan la actividad en espacios confinados, sanitarios del sector de la salud y de otros servicios públicos. Personal de microempresas y de pequeñas empresas, así como ciudadanos de la economía informal e migrantes. Sin olvidar a mujeres embarazadas, niños, adultos mayores y ciudadanos con discapacidad, ya que son los que conforman las unidades familiares de los y las trabajadoras.

Ante el impacto del cambio climático en los lugares de trabajo, el Marco Estratégico Europeo define entre sus objetivos transversales el de “anticipar y gestionar el cambio en el nuevo mundo del trabajo que han traído consigo las transiciones ecológica, digital y demográfica". La Estrategia española de seguridad y salud en el trabajo, SST hace suyo este objetivo instando a gestionar los cambios derivados de las nuevas formas de organización del trabajo, la evolución demográfica y el cambio climático desde la óptica preventiva

¿Preparados para el cambio?

Es evidente que las distintas transiciones que están sucediendo afectan a todos los ámbitos de la vida, incluyendo el trabajo y los riesgos asociados al mismo. Ante la velocidad de estos cambios debemos adaptarnos. Por lo tanto, en el contexto actual de transformación, debemos reflexionar sobre cómo garantizar unas condiciones laborales seguras y saludables y esta responsabilidad recae en todos y todas las personas trabajadoras que somos parte de una actividad laboral.

Desde las formaciones que impartimos en Teknodidaktica procuramos sensibilizar y concienciar a los y las trabajadoras de los diferentes y nuevos riesgos a los que nos enfrentamos ante el cambio climático.

Para poder abordar este gran cambio las acciones que se proponen se enfocan en seis imprescindibles respuestas:

  1. Políticas y estrategias nacionales (acciones e iniciativas específicas que se recojan en las políticas y estrategias de la Salud Pública, Medio Ambiente y cambio climático como el concretar y saber cómo actuar en caso de temperaturas altas o bajas, etc.).
  2. Legislación nacional de SST (ampliar la lista de enfermedades profesionales o formular políticas en el sector del gas con el objetivo de prevenir la contaminación del aire, y el consiguiente daño a las tierras productivas, los cultivos y el ganado, etc.).
  3. Convenios Colectivos (acuerdos nacionales en cuanto a las reducciones de las jornadas laborales, etc.).
  4. Directrices técnicas (continuar trabajando en las diferentes NTPs, eliminar los riesgos y sustituirlos, mayor control administrativo y técnico, así como la actualización de los diferentes equipos de protección individual, etc.).
  5. Programas de formación (organización y desarrollo de formaciones a todo el personal de la empresa, etc.).
  6. Campañas de sensibilización e iniciativas de Salud Pública dirigida a los y las trabajadoras mediante la información, mayor control de test antígenos y diferentes enfermedades o campañas de vacunación ante las nuevas posibilidades de contagio por vía respiratoria, cutánea, digestiva y parenteral, etc.

Formación y cambio climático

Desde las formaciones que impartimos en Teknodidaktica procuramos sensibilizar y concienciar a los y las trabajadoras de los diferentes y nuevos riesgos a los que nos enfrentamos ante el cambio climático.

En cursos de plataformas elevadoras móviles de personal (PEMP) se hace especial hincapié en la intensidad de las ráfagas de viento, que cada vez son más bruscas y ello nos puede llevar a sufrir un vuelco. Es importante también incidir en las formaciones de Espacios Confinados ya que en estos lugares nos encontramos con nuevas bacterias, gases e insectos que afectan a la salud de los y las trabajadoras.

Tampoco podemos dejar de lado, el ascenso de la temperatura y año tras año cada vez son más los golpes de calor que sufren los profesionales que están expuestos a altas temperaturas. Por todo ello es más importante que nunca impartir formación adecuada, organizar bien la tarea a realizar y tener en cuenta todos los recursos necesarios, así como los Equipos de Protección Individual (EPI) apropiados como los guantes, mascarillas, gafas, etc.

En definitiva, cada uno de nosotros y nosotras deberemos de ampliar nuestros conocimientos mediante formaciones adaptadas a las nuevas necesidades de los lugares de trabajo. Así como a actividades que desempeñamos para poder prevenir los cambios que en parte ya nos afectan en la seguridad y la salud. Sin olvidar el desarrollo de una cultura preventiva que conlleve una mejora para todos y todas las personas que realizan una acción laboral.


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